Humor: El pajarito

Se encuentran dos pajaritos en una rama y, como ambos estaban aburridos, deciden hacer una competencia.

Como se encontraban al lado de una autopista, no se les ocurre mejor idea que desafiarse a ver quien de los dos no solo era el más rápido, sino que también quién era el más osado.

Luego de meditar un buen rato acerca de cómo era que podían hacer la competencia, llegan a la conclusión de que sería interesante volar a la altura de los vehículos que circulaban por la autopista pero, para agregarle un poquito de emoción, deciden que debían volar en sentido contrario al que circulaba el tránsito, así, el que llegara primero al primer desvío, sería el ganador.

Una vez acordado el desafío, cuentan hasta tres y salen volando a una velocidad increíble y comienzan a esquivar vehículos haciendo gala de una temeridad a prueba de todo.

La competencia se estaba desarrollando con éxito hasta que uno de los pajaritos no puede esquivar a una patrulla policial, contra la que se termina estrellando.

Cuando logra frenar el policía el patrullero, éste se da cuenta que había atropellado a un pobre pajarito y exclama afligido,

- ¡No pude ser! ¡Maté al pajarito!

Al acercarse un poco más al pajarito, descubre que aún estaba vivo, por lo que decide llevarlo a su casa, ponerlo en una jaulita y dejarlo con agua y alpiste para que cuando se despertase tuviera algo con qué reponer energías.

Al rato, el pajarito comienza a recobrar el conocimiento y, cuando logra despabilarse lo suficiente exclama,

- ¡No puede ser! ¡Maté al policía y estoy preso!